. “Cuando el dolor se calmó —y sólo hay un remedio para eso, el paso del tiempo—, entendí que la vida me había permitido conocer a la única mujer que sería capaz de amar en toda mi vida. Cada segundo pasado a su lado había valido la pena; a pesar de todo lo que había sucedido, volvería a repetir cada paso que había dado.
. Pero el tiempo, además de curar las heridas, me enseñó algo curioso: es posible amar a más de una persona en la vida… soy feliz al lado de mi nueva mujer, y no puedo imaginar cómo sería vivir sin ella. Eso, sin embargo, no me obliga a renunciar a todo lo que viví, siempre que tenga el cuidado de no intentar comparar ambas experiencias; no se puede medir el amor igual que medimos una carrera o la altura de un edificio.”

(Paulo Coelho “La bruja de Portobello”)

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Estoy empezando a entender lo que Paulo quiso decir con ello.

Es increíble como me veo identificado con muchos párrafos de su libro y, entre los más representativos, se encuentra este.

Querido Paulo, a veces, cuando te leo, me pregunto que sentido tiene escribir si ya lo dijiste todo con una claridad y sencillez al cual no logro arribar.

Paulo, disculpame si te copio, si te plagio y te uso, pero mejor que vos no puedo decirlo.

Espero que sepas entenderme...