Cosas sueltas (o no tanto)

Hoy, al fin llovió.
Hoy, podré disimular las lágrimas en mi rostro,
Las que caen como las hojas en otoño…
Lentas pero incesantemente.

El amarte como yo lo hago,
Es una enfermedad…
Es una agonía…
Estaba mejor,
Pero hoy tuve otra “recaída”.

Otra vez estas en mi mente.
Otra vez te estoy llorando como hace días que no lo hago.
Como me pregunté antes… como me pregunto todos los días,
Si me dejaste bien en claro
Que no tengo ninguna chance u oportunidad…
¿Por qué aún te amo tanto?
¿Por qué este castigo?
¿Por qué este calvario?

Ya pasaron varios días y aun te sigo escribiendo.
¿Por qué lo hago si luego no te lo envío?
También me hago esa pregunta…
Te escribo porque me siento bien haciéndolo.
Te escribo porque no puedo hablarlo.
Pero quizás, el motivo principal, es porque mantiene vivo tu recuerdo.

(01.03.2007)